No sabía qué, pero sabía que me faltaba algo. Dios no me contestaba, así que empecé a creer que mi necesidad no era necesaria. Me recordaba a mí misma que “Dios es mi todo. No necesito nada sino a Él. Soy egoísta y necesitada. Simplemente tengo que depender y confiar en el poder de Dios y superaré esto”. Eso es lo que había escuchado toda la vida, y se convirtió en mi mantra.
Nuestro deseo es transmitir la verdad y poder restaurador del evangelio ayudando a otros a encontrar la esperanza eterna, la paz verdadera y la vida abundante a través de Jesus.
Queremos ser de apoyo a la comunidad cristiana y la sociedad en general, por eso a través de este medio contamos nuestras propias experiencias, historias y testimonios a través del arte, seguimiento y orientación.
Hoy podemos decir que conocimos la verdad y la verdad nos hizo libres, si quieres saber más sobre nosotros, escríbenos y te responderemos a la mayor brevedad.
Atentamente,
El equipo Comunicando Vida